lunes, 14 de noviembre de 2011

Una sonrisa, una mirada.

Fue en una esquina,
cuando mis ojos se enamoraron de tu mirada,
fue solo un instante
y tu sonrisa iluminó mi cara.
Desde aquel día
mis ojos ya no quieren ver más nada.
Solo quieren ver esa perfecta combinación
de tu sonrisa y tu mirada.
Cada vez que paso
quedo maravillada con tu sonrisa,
no importa con quien estés
siempre una sonrisa en vos veré.
Me saludás como si nos conocieramos desde hace años
cada vez que te veo, por más triste que esté,
siempre me alegras el día, siempre me alegrás con tu voz
y siempre tu mirada va directa a mi corazón.

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